martes, 30 de noviembre de 2010

LA MUSICA TEATRAL

A la música en escena le voy a llamar “Música Teatral”. Primero que todo, debo decir que la música es una hermanita muy apreciada y cuidada por el teatro popular pues se embellecen el uno a otro. La “Música Teatral” no es una práctica que banaliza la música y ni siquiera que la pone en un segundo plano, no, hace que adquiera un carácter concreto en una situación o circunstancias dadas en la escena.
En un taller de mascaras, el maestro Orlando Cajamarca siempre iniciaba las sesiones como en un ritual, luces apagadas, algunas veces palo santo quemado y música. Él asociaba el escenario como un estanque y la música como el agua. Los movimientos que hacíamos en la oscuridad despertaban la espina dorsal en toda la espalda y la reiteración constante era “escuchar” la música. Pasados varios minutos la sensación era loquísima. El maestro narraba cómo nosotros éramos algas marinas. Y lo éramos, al menos yo me lo creía y así lo sentía. Y en la narración, el agua se hacía más densa y hacia que el movimiento se transformara; y el agua era más caliente y el movimiento cambiaba.
Traigo esta experiencia porque aquí era fundamental “escuchar” la música y adentrarse en sus entrañas para transformarla en agua y así oír también con la imaginación, con la inteligencia activa.
Esta sensación es muy similar cuando se actúa. Actor o actriz que obvie la música que “oye”, evidentemente su actuación tendrá menos peso y la música no tendrá sentido. Pero cuando se actúa con la música, te lleva de los pelos y generalmente envuelve tus acciones y aparece lo “Teatral” - mineral escaso- y seguramente la belleza. Hay escenas que dependen totalmente de la música y eso no se puede improvisar.
En la preparación de un montaje teatral, siempre está presente la preocupación musical. En la selección dependen muchos criterios: la época de la obra, el carácter de la obra, el autor de la obra, la interpretación de la música seleccionada, las situaciones de la obra etc. Pero lo fundamental es crear ambientes donde el espectador escuche activamente y le ayude a asociar lo que ve con situaciones similares, a imaginar y completar lo que la ficción del escenario le ha propuesto. Por lo tanto la música en escena no es secundaria porque cuando actúa, transforma el escenario de espacio escénico a espacio dramático.



Opciones para la “Música Teatral”

La primera que reconozco es la música ambiental pregrabada. Depende totalmente de aparatos electrónicos que son ajenos al personaje, un técnico también actúa desde su cabina de sonido. Si la música no “entra” a escena a tiempo genera dispersión en la mente del actor o actriz y podrían aparecer lo que llamamos baches escénicos. Sin embargo, estos baches solo los conoce el director, los actores y el técnico por lo tanto es un reto para la inteligencia del actor hacer que el público lo obvie. Esta opción es muy bella cuando lo que escuchamos tiene el color de la situación. Encontrarlas se complica cuando el afán de encontrarla se pone por encima al disfrute de escuchar. La habilidad de reconocer colores y ambientes escénicos en una obra musical debe entrenarse constantemente y de lo que se trata es de “escuchar” siempre e imaginar que podría ocurrir en lo que se escucha.
Sonidos incidentales. En la selección de piezas musicales del repertorio universal también existe la oportunidad de seleccionar o crear una serie de sonidos que apoyen textos hablados, como si en el papel se subrayaran con rojo. Es así como golpes de puertas, disparos, golpes de espadas, ruidos de grillos, pájaros etc. aparecen en escena y completan la imagen visual.
La canción pregrabada o pista. Cuando se canta en el escenario hay varias opciones para hacerlo, una es con una pista. Por motivos de impuestos, lo mejor es crear sus propias letras y contratar un músico, ojala con algo de experiencia teatral, para que componga la música. La composición no ha de ser libre del todo. El compositor debe tener en cuenta que el actor o actriz no son cantantes profesionales. Por lo tanto la pieza musical ha de ser relativamente “fácil” para la comprensión del actor o actriz y el acompañamiento dependerá del carácter de la obra. Si la obra teatral tiene como finalidad el público infantil, la canción tiene como objetivo que los niños y niñas se la aprendan casi que de inmediato . Así la melodía ha de ser muy clara y el acompañamiento armónico elemental sin querer decir que lo elemental es menos o tonto. Si la obra es dramática y para público mayor, se puede explorar un poco más en lo musical pero siempre teniendo en cuenta que el “show” es completo y no se lo puede robar del todo la música.
Cuando en el elenco no se cuenta con un actor a actriz que cante, existe la opción de hacer lo que en nuestra región le llamamos “fono-mímica”, aquí la canción ha sido pregrabada con la voz de un cantante y el actor o la actriz harán mímica durante la misma. Esta opción es muy buena cuando los escenarios no son los más apropiados para el hecho teatral, lugares como coliseos, canchas de futbol, salas de cine etc. Son lugares muy comunes en el teatro popular.
La canción interpretada con instrumentos al vivo. Si el grupo cuenta con solidez económica, se pueden contratar músicos profesionales, mostrarles las escenas y seguramente en unos ensayos la música esta lista, pero la mejor inversión es contratar un profesor de instrumentos y otro de canto y entrenar a los actores y actrices para que ellos mismos resuelvan el asunto. Cualquier opción que se escoja es exigente, esta es quizás la más agradecida por el público porque recibe un espectáculo con una dosis fuerte teatro y música y siente que los actores que están allí han hecho un esfuerzo realmente grande. Si así ocurre, el grupo ya cuenta con elenco musical, valor agregado para lo que se venga. De la obra que se escoja, dependen así mismo los instrumentos y el estilo de las canciones a montar. Los actores o actrices-intérpretes han de estar conectados tanto de sus instrumentos como de lo que ocurre en escena. No se está solamente tocando una canción, se está actuando con personajes, luces, otros intérpretes y todo para construir una experiencia teatral completa.

domingo, 24 de octubre de 2010

Ensayo basado en el documento “Sonido y Pensamiento” de Daniel Baremboin.

L A M U S I C A
“Aire sonoro que lo dice todo y nada al mismo tiempo”
Feruccio Busoni

Por: Julián Andrés Jiménez


Cada vez siento mayor el compromiso formal que exige el hecho de conocer y servir a la música. Al principio era una alegría infantil que se desparramaba con un objeto o instrumento de cualquier índole en el cual la satisfacción era evidente con cualquier sonido. Luego, cuando logré que una flauta sonara melódicamente o cuando un acorde de guitarra sucediera a otros limpiamente, realmente fueron momentos de verdadera alegría. No sabía en lo que me había metido. Ignoraba el terreno en el que estaba. Pero estoy seguro que fue mejor así. Luego llegó el canto y con el canto, la sensación de encontrar en mí mismo el instrumento perfecto. En adelante esa alegría cambiaria de carácter y así fue. Hoy estudio la música mas no un simple instrumento y eso claramente me pone frente a un universo en el cual debo entrar, vivir, moverme y tratar de comprender.
Daniel Baremboin, director muy afamado argentino y del mundo, acaba de compartir conmigo sus posturas frente al hecho de vivir en la música en un artículo denominado “Sonido y pensamiento”. Y lo primero que entiendo es precisamente lo que implica “vivir” la música. No se puede solamente “estudiarla”, es insuficiente. Ahora entiendo porque cuando interpreto mi guitarra y la técnica esta a mi servicio, la sensación es de otra índole. Cuando doy vida a los sonidos y cada uno adquiere un valor en el tiempo y en la vida. No lo había pensado pero soy el dueño y señor de la virtud de cada uno de los sonidos, dependen de mí, mueren si ese es mi deseo. Eso me eleva a otro plano como si la música ya no fuera un acto terrenal sino de aspectos metafísicos.
Le agradezco que me haya preguntado ¿Por qué? ¿Cómo? ¿Con que propósito? Debo tocar un pasaje con la intensidad que corresponda a lo escrito por el compositor pero también a lo que el pasaje mismo dice en su discurso melódico, entendiendo así su carácter y su significado. En adelante será relativo a mi sensibilidad cumplir con el tempo que marcado. Porque ahí está el detalle, sentir lo que se interpreta, vivir lo que suena y finalmente expresar lo que no existe.
Hasta hoy había escuchado sobre las “tensiones” armónicas entre los acordes como unos puentes para resolver una frase musical y como tal lo había entendido, pero no había comprendido que las tensiones son una ley en el arte que generan dramatismo al igual que en el teatro y que son necesarias y que si se comprenden ya no serán simples puentes sino grandes oportunidades de vida de la belleza. Lo fundamental en el teatro es el conflicto y quizás en la música es el mismo camino. Pero ¿Cómo generar ese constante conflicto? ¿Cómo apreciar las oportunidades que la música brinda? Esa debe ser mi preocupación en adelante.
Siempre pensé que la actividad musical era positiva para cualquier persona independientemente de si su interés es la formación musical o no. Pero la verdad es que si la cotidianidad hay que enfrentarla con pasión, con libertad, con disciplina y con orden, eso es exactamente lo que te enseña cualquier frase musical de la canción más simple. Y lo mejor es que te despierta la sensación de ser bendecido por los sonidos.
Aseguro que mi alegría con la música es mayor pero mi preocupación también. Aspiro a vivir creciendo en la música.

Un espectador con prisa es un enemigo para el Teatro.

Por: Julián Andrés Jiménez
Animador Instructor
Ñucanchic Teatro

Confirmado. Un espectador con prisa es un enemigo para el teatro y eso nos ocurrió en la primera de las 2 funciones durante el circuito de teatro foro “jóvenes actuando derechos por la paz”. Actividad que, para resumir, constaba de la realización de dos talleres de sensibilización teatral y una jornada de teatro foro en cada una de las localidades donde operan los Grupos Teatrales de Base de la Red Popular de Teatro.
Nuestro turno fue en el colegio Simón Bolívar en la cabecera municipal de la Cumbre, donde el taller lo recibieron alumnos del grado 7° y la función la hicimos para estudiantes de grados 7° a 9°. Durante la presentación, el público era una mezcla de jóvenes que llegaban ó con el afán de abandonar el colegio y regresar a sus casas ó por la obligación de hacerlo y aquellos que, previo a la función, recibieron el taller y disfrutaron la función con el mayor respeto.
Durante el circuito, fuimos invitados a la jornada del municipio de Dagua, allí nos presentamos en la casa de la cultura para público general. En ambas partes presentamos “La Misión del Colibrí”, un montaje de cuentería teatral con música al vivo. Cada uno de los integrantes de la obra ha escrito una pequeña reflexión y yo como instructor he transcrito algunos apartes para ustedes.


“Me sentí muy bien cuando salude a muchos amigos y me dio gusto de volverlos a ver. Lo que no me gusto fue el público porque algunos alumnos eran muy juguetones pero los que estuvieron en el taller sí aceptaron la obra. Me gusto mucho lo que presentaron los amigos de Dagua porque tratan un tema que a cualquier muchacho le puede pasar”.
Soui Garavto
10 años
“Fue muy maluco presentarme delante de un público que se burlaba por el texto que decían algunos de mis compañeros y era muy pesada la forma en que se burlaban. En Dagua sí me gustó presentarme pues el público se reía y era muy cómodo porque no chiflaban ni nada, el espacio era amplio y la tras escena también.”
Karina Cometa
10 años
No puedo decir que fue la peor función pero fue muy incomodo presentarnos con unos grados tan altos, a pesar de esto la obra salió muy bien y nadie se equivoco. Lo que mas me gustó de la función de Dagua fue que ese día todos íbamos en la chiva y en la oscuridad nos íbamos maquillando, a algunos se les corrió el labial y tenían pintados hasta los dientes”.
Sofía Alcaraz
12 años
“En cuanto a la presentación de la obra me sentí super bien pero el público no era el mejor, pues a mi parecer, no todos los chicos de un colegio están acostumbrados a ver teatro y por esto no hacen silencio o se burlan, gritan o simplemente no les interesa y están solamente para capar clase aunque habían chicos muy interesados sobre todo los que participaron en el taller dado antes de la obra”.
Sara Garavito
14 años
La conclusión a la que llegamos juntos fue que a los públicos hay que educarlos y tenemos la obligación de seguir haciéndolo en estos contextos. Es necesario que actividades como el circuito de teatro foro “jóvenes actuando derechos por la paz” se repitan con mayor frecuencia y así observar los cambios significativos en el público ya que fue evidente la diferencia actitudinal observada en los chicos y chicas que participaron del taller de sensibilización teatral.

domingo, 31 de enero de 2010

Lo dijo el poeta... Federico García Lorca

La poesía es algo que va por las calles. Que se mueve, que pasa a nuestro lado. Todas las cosas tienen su misterio, y la poesía es el misterio que tienen todas las cosas. Y el teatro es la poesía que se levanta del libro y se hace humana. Y al hacerse, habla y grita, llora y se desespera. El teatro necesita que los personajes que aparezcan en la escena lleven un traje de poesía y al mismo tiempo que se les vean los huesos, la sangre.

El mundo está detenido ante el hambre que asola a los pueblos. Mientras haya desequilibrio económico, el mundo no piensa. Yo lo tengo visto. Van dos hombres por la orilla de un río. Uno es rico, otro es pobre. Uno lleva la barriga llena y el otro pone sucio el aire con sus bostezos. Y el rico dice: "¡Oh, que barca más linda se ve por el agua! Mire, mire usted el lirio que florece en la orilla." Y el pobre reza: "Tengo hambre. No veo nada. Tengo hambre, mucha hambre." Natural. El día que el hambre desaparezca va a producirse en el mundo la explosión espiritual más grande que jamás conoció la humanidad. Nunca jamás se podrán figurar los hombres la alegría el día de la gran revolución.

Ese concepto del arte por el arte es una cosa que sería cruel si no fuera afortunadamente cursi. Ningún hombre verdadero cree ya en esa zarandaja del arte puro, arte por el arte mismo. En este momento dramático del mundo el artista debe llorar y reir con su pueblo. Hay que dejar el ramo de azucenas y meterse en el fango hasta la cintura para ayudar a los que buscan las azucenas.

viernes, 25 de diciembre de 2009

Para los que se perdieron el Encuetro Popular de Teatro "Salud, Paz y Ambiente"... grandioso evento.



En medio de una fiesta escénica multicolor terminó el pasado sábado en Cali el XXII Encuentro Popular de Teatro Salud, Paz y Ambiente, certamen que es promovido por el grupo Esquina Latina y que tuvo lugar en las instalaciones de la Unidad Recreativa Tory Castro, del barrio Terrón Colorado.

En el evento que se inició el pasado 4 de diciembre y se presentó en diversos escenarios, participaron trece agrupaciones de ocho comunas de Cali y cinco municipios del Valle del Cauca. Hubo 300 jóvenes en escena, se realizaron 26 funciones y trece estrenos, a través de los cuales se expresó el latido social del teatro comunitario de la región.

Los grupos que participaron representaron a los municipios de Vijes, El Cerrito, Calima El Darién, Dagua, la vereda Chicoral de la Cumbre y las comunas 1, 6, 13, 14, 15, 18, 19 y 20 de la Capital del Valle.

A través del certamen se invitó al público que asistió a reflexionar sobre las problemáticas socio-ambientales que afectan a la comunidad, al tiempo que convocó a jóvenes y adultos a disfrutar de otras alternativas culturales en sus localidadades.

El XXII Encuentro Popular de Teatro Salud, Paz y Ambiente fue organizado por el Teatro Esquina Latina y la Asociación Red Popular de Teatro, concertado con el Ministerio de Cultura.

Este certamen cuenta con el apoyo de Cordaid (entidad de cooperación holandesa) Ecofondo, la Gobernación del Valle, la Red Colombiana de Teatro en Comunidad, Corpovalle, Fondo Mixto para la promoción de la Cultura y las Artes del Valle del Cauca, Cavasa, y El País, entre otras entidades.

A propósito de este importante programa cultural, el dramaturgo Orlando Cajamarca, director del grupo Esquina Latina, ha dicho que uno de los grandes logros “es haber puesto en escena más de 200 obras teatrales hechas desde el espíritu creativo de los jóvenes y haber sensibilizado a más de 50.000 chicos en edades entre 12 y 25 años”.

Salida de campo con Ñucanchic Teatro.




Por: Julián Andrés Jiménez
Animador – Instructor
Ñucanchic Teatro



El pasado domingo 5 de septiembre Ñucanchic Teatro con toda su gente se fue de paseo pedagógico por la parte alta y “baja” del rio Bitaco. Nuestros tutores temáticos: Palma Garavito, estudiante de Ingeniería Ambiental e integrante fundadora del grupo Ñucanchic Teatro y Raúl Rodríguez, biólogo marino, fueron quienes nos dieron la charla durante este recorrido. La primera parada la hicimos en medio del bosque, en el puente de la quebrada Santa Ana, también conocida como Rio Chicoral. Esta quebrada, que más adelante se convierte en el rio bitaco, ya presenta escases en su fluido por el fuerte verano. Nos explicaron que ya tiene cierto grado de contaminación debido a los posos sépticos construidos por los habitantes del sector y por sustancias usadas en cultivos, pues son construcciones hechas con cemento y ladrillo que permiten que las aguas negras se escurran poco a poco hasta filtrarse en la tierra y llegar a la quebrada. Causa de esta situación ya han desaparecido especies; “hace 15 años, la universidad del valle realiza estudios sobre desaparición de especies –dice Palma- y se ha detectado que animales de sangre fría como lagartos, víboras, peces y ranas, pues estas últimas respiran por la piel y el agua contaminada las hizo desaparecer”. A pesar de este problema, el sector ha sido bien conservado, estamos en una zona con muchas mariposas (bio-indicadores de un ambiente apropiado para la vida) y el agua es muy limpia.
No obstante la situación por el verano, siento que este es un lugar muy fresco, acogedor y su paisaje impresiona a cualquier citadino porque es muy bello. “hace 5 años no había problemas de agua en el municipio de la cumbre – dice Palma y sigue- hoy, hay racionamientos en su cabecera municipal”.

Seguimos nuestro recorrido, pasamos por el cultivo del té y su fábrica, el acueducto del municipio de la Cumbre, además de propuestas de silvopastoreo (criaderos de ganado que no son tan dañinos para el sector).
Hicimos la segunda parada en la entrada del corregimiento de Bitaco. Allí pudimos observar al rio con un nivel más alto de su fluido. Uno de los problemas de la zona es que las casas están muy cerca de las orillas del rio, lo que ha devastado sus alrededores. “hace unos años el rio se creció y casi se lleva al pueblo”– cuenta Palma- “y un letrero que hoy está a la altura de nuestras cabezas, para ese entonces estaba a tres metros de alto, lo que muestra la cantidad de lodo que arrastró”. Los niños del grupo estaban tristes porque ingenuamente yo les había prometido que íbamos a bañar en el rio, pero Palma nos previno ya que a esta altura, el rio ya viene muy contaminado por los tóxicos de los cultivos. Aquí seguimos el recorrido a pie. Caminamos por el corregimiento, es un lugar de ambiente campesino, muy pequeño. La tercera parada la hicimos en otro puente. Desde aquí ya pudimos ver cómo el rio recibe todas las aguas negras de las casas. Esta imagen desagradable me recuerda a un caño de Cali. Este es un grave problema, pero también me pregunto ¿qué solución puede tener? ¿Sera que si yo viviera en este lugar haría lo mismo?
Seguimos caminando y llegamos hasta el antiguo matadero. La cuarta y última parada. “este matadero fue cerrado hace tan solo tres meses”- dice Palma - “cuando mataban las reces o los cerdos, la sangre la derramaban al rio así como pedazos de patas, cabezas y otras partes que no servían. Lo cerraron por estas causas pero el problema sigue porque debido a que los habitantes tenían que viajar a otras ciudades para sacrificar los animales, continuaron esta práctica en las fincas”. Tomé algunas fotos dentro de este matadero pero no soporte mucho tiempo dentro, el ambiente era pesado, había mucha mugre, alambres, piesas pequeñas y tenebrosas y ganchos de colgar carne. Por los alrededores vi gallinazos dando vueltas, quizás a la espera que les diéramos una presa.

REFLEXIONES

“Cuando llegamos al matadero, fue la parada que no me gusto porque estaba en malas condiciones, no tenia higiene y habían unos huesos en descomposición que no olían bien y también en el rio había demasiada basura y me alegro que lo hayan cerrado pues la sangre que salía del iba directo al río”
Sofía Alcaraz. 12 años.

“No me gusto que las casas estuvieran tan cerca del río y que no hubieran tantos arboles como en la vereda”
Soui Garavito. 9 años.

“Me gusto mucho esta salida y espero que las personas entiendan lo importante que es conservar y cuidar el agua para nuestra propia supervivencia”
Katherine Alderete. 16 años.

“Cuando llegamos a Bitaco, vi como los desechos fecales, de la cocina etc, salen por tubos directamente al rio el agua se ve turbia, llena de basura y el cauce también se ve afectado por el verano”
Sara del Mar Garavito. 14 años.

“Yo de ese paseo aprendí que el rio no se puede contaminar, no se pueden tirar los desechos. El matadero olía feo y no tenia buena higiene”.
David Garavito. 9 años.

“El viaje me pareció muy bacano porque conocí todo lo que no sabía del rio Bitaco, lo de que por los tubos caía popo y eso contamina el rio bitaco.”
Farid Julián Fajardo. 9 años.



Un cuento que me inspiró una pieza de cuentería teatral bajo el mismo nombre.


La misión del colibrí
Enrique Melantoni (recopilador)

Leyenda quechua

Cuentan que hace muchísimos años, una terrible sequía se extendió por las tierras de los quechuas.
Los líquenes y el musgo se redujeron a polvo, y pronto las plantas más grandes comenzaron a sufrir por la falta de agua.
El cielo estaba completamente limpio, no pasaba ni la más mínima nubecita, así que la tierra recibía los rayos del sol sin el alivio de un parche de sombra.
Las rocas comenzaban a agrietarse y el aire caliente levantaba remolinos de polvo aquí y allá.
Si no llovía pronto, todas las plantas y animales morirían.
En esa desolación, sólo resistía tenazmente la planta de qantu, que necesita muy poca agua para crecer y florecer en el desierto. Pero hasta ella comenzó a secarse.
Y dicen que la planta, al sentir que su vida se evaporaba gota a gota, puso toda su energía en el último pimpollo que le quedaba.
Durante la noche, se produjo en la flor una metamorfosis mágica.
Con las primeras luces del amanecer, agobiante por la falta de rocío, el pimpollo se desprendió del tallo, y en lugar de caer al suelo reseco salió volando, convertido en colibrí.
Zumbando se dirigió a la cordillera. Pasó sobre la laguna de Wacracocha mirando sediento la superficie de las aguas, pero no se detuvo a beber ni una gota. Siguió volando, cada vez más alto, cada vez más lejos, con sus alas diminutas.
Su destino era la cumbre del monte donde vivía el dios Waitapallana.
Waitapallana se encontraba contemplando el amanecer, cuando olió el perfume de la flor del qantu, su preferida, la que usaba para adornar sus trajes y sus fiestas.
Pero no había ninguna planta a su alrededor.
Sólo vio al pequeño y valiente colibrí, oliendo a qantu, que murió de agotamiento en sus manos luego de pedirle piedad para la tierra agostada.
Waitapallana miró hacia abajo, y descubrió el daño que la sequía le estaba produciendo a la tierra de los quechuas. Dejó con ternura al colibrí sobre una piedra.
Triste, no pudo evitar que dos enormes lágrimas de cristal de roca brotaran de sus ojos y cayeran rodando montaña abajo. Todo el mundo se sacudió mientras caían, desprendiendo grandes trozos de montaña.
Las lágrimas de Waitapallana fueron a caer en el lago Wacracocha, despertando a la serpiente Amarú. Allí, en el fondo del lago, descansaba su cabeza, mientras que su cuerpo imposible se enroscaba en torno a la cordillera por kilómetros y kilómetros.
Alas tenía, que podían hacer sombra sobre el mundo.
Cola de pez tenía, y escamas de todos los colores.
Cabeza llameante tenía, con unos ojos cristalinos y un hocico rojo.
El Amarú salió de su sueño de siglos desperezándose, y el mundo se sacudió.
Elevó la cabeza sobre las aguas espumosas de la laguna y extendió las alas, cubriendo de sombras la tierra castigada.
El brillo de sus ojos fue mayor que el sol.
Su aliento fue una espesa niebla que cubrió los cerros.
De su cola de pez se desprendió un copioso granizo.
Al sacudir las alas empapadas hizo llover durante días.
Y del reflejo de sus escamas multicolores surgió, anunciando la calma, el arco iris.
Luego volvió a enroscarse en los montes, hundió la luminosa cabeza en el lago, y volvió a dormirse.
Pero la misión del colibrí había sido cumplida…
Los quechuas, aliviados, veían reverdecer su imperio, alimentado por la lluvia, mientras descubrían nuevos cursos de agua, allí donde las sacudidas de Amarú hendieron la tierra.
Y cuentan desde entonces, a quien quiera saber, que en las escamas del Amarú están escritas todas las cosas, todos los seres, sus vidas, sus realidades y sus sueños. Y nunca olvidan cómo una pequeña flor del desierto salvó al mundo de la sequía.

Federico García Lorca. Un poeta granadino.



Poema Romance De La Guardia Civil Española.

Los caballos negros son.
Las herraduras son negras.
Sobre las capas relucen
manchas de tinta y de cera.
Tienen, por eso no lloran,
de plomo las calaveras.
Con el alma de charol
vienen por la carretera.
Jorobados y nocturnos,
por donde animan ordenan
silencios de goma oscura
y miedos de fina arena.
Pasan, si quieren pasar,
y ocultan en la cabeza
una vaga astronomía
de pistolas inconcretas.
*
¡Oh ciudad de los gitanos!
En las esquinas banderas.
La luna y la calabaza
con las guindas en conserva.
¡Oh ciudad de los gitanos!
¿Quién te vió y no te recuerda?
Ciudad de dolor y almizcle,
con las torres de canela.
*
Cuando llegaba la noche,
noche que noche nochera,
los gitanos en sus fraguas
forjaban soles y flechas.
Un caballo malherido,
llamaba a todas las puertas.
Gallos de vidrio cantaban
por Jerez de la Frontera.
El viento, vuelve desnudo
la esquina de la sorpresa,
en la noche platinoche
noche, que noche nochera.
*
La Virgen y San José
perdieron sus castañuelas,
y buscan a los gitanos
para ver si las encuentran.
La Virgen viene vestida
con un traje de alcaldesa,
de papel de chocolate
con los collares de almendras.
San José mueve los brazos
bajo una capa de seda.
Detrás va Pedro Domecq
con tres sultanes de Persia.
La media luna, soñaba
un éxtasis de cigüeña.
Estandartes y faroles
invaden las azoteas.
Por los espejos sollozan
bailarinas sin caderas.
Agua y sombra, sombra y agua
por Jerez de la Frontera.
*
¡Oh ciudad de los gitanos!
En las esquinas banderas.
Apaga tus verdes luces
que viene la benemérita.
¡Oh ciudad de los gitanos!
¿Quién te vio y no te recuerda?
Dejadla lejos del mar,
sin peines para sus crenchas.
*
Avanzan de dos en fondo
a la ciudad de la fiesta.
Un rumor de siemprevivas
invade las cartucheras.
Avanzan de dos en fondo.
Doble nocturno de tela.
El cielo, se les antoja,
una vitrina de espuelas.
*
La ciudad libre de miedo,
multiplicaba sus puertas.
Cuarenta guardias civiles
entran a saco por ellas.
Los relojes se pararon,
y el coñac de las botellas
se disfrazó de noviembre
para no infundir sospechas.
Un vuelo de gritos largos
se levantó en las veletas.
Los sables cortan las brisas
que los cascos atropellan.
Por las calles de penumbra
huyen las gitanas viejas
con los caballos dormidos
y las orzas de monedas.
Por las calles empinadas
suben las capas siniestras,
dejando detrás fugaces
remolinos de tijeras.
En el portal de Belén
los gitanos se congregan.
San José, lleno de heridas,
amortaja a una doncella.
Tercos fusiles agudos
por toda la noche suenan.
La Virgen cura a los niños
con salivilla de estrella.
Pero la Guardia Civil
avanza sembrando hogueras,
donde joven y desnuda
la imaginación se quema.
Rosa la de los Camborios,
gime sentada en su puerta
con sus dos pechos cortados
puestos en una bandeja.
Y otras muchachas corrían
perseguidas por sus trenzas,
en un aire donde estallan
rosas de pólvora negra.
Cuando todos los tejados
eran surcos en la tierra,
el alba meció sus hombros
en largo perfil de piedra.
*
¡Oh, ciudad de los gitanos!
La Guardia Civil se aleja
por un túnel de silencio
mientras las llamas te cercan.
¡Oh, ciudad de los gitanos!
¿Quién te vio y no te recuerda?
Que te busquen en mi frente.
juego de luna y arena.